Con el miércoles de ceniza comienza la cuaresma, el tiempo litúrgico que va allanando el camino para la celebración de la Pascua mediante la oración, la limosna y el ayuno.
Es tiempo, como recuerda el papa Francisco en su mensaje para la cuaresma de este año, para renovar la fe, la esperanza y la caridad.
Es tiempo de escucha de la Palabra de Dios y de conversión, de preparación y de memoria del Bautismo, de reconciliación con Dios y con los hermanos.
Es el tiempo, en palabras de Benedicto XV, “para abandonar el hombre viejo que hay en nosotros y revestirnos de Cristo, para llegar renovados a la Pascua y poder decir con san Pablo «ya no soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí» (Ga 2, 20)”